Las cenizas del General (Reloaded)

Este relato debe ser re-leido después de: "Cronica de una muerte anunciada" Pinochet a muerto...
En un fundo cercano a la costa central, en una capilla similar a otras existentes en antiguas haciendas y fundos, donde las araucarias ya han crecido lo suficiente para que sus piñones sean cosechados por los medieros y cuidadores, en una brillante anfora importada desde algún país asiatico, guardan las cenizas del general.

Permanecerán por generaciones al cuidado de los herederos, o los herederos de los descendientes el personaje que ha motivado el odio de muchos y el orgullo de algunos.

Imagino las cenizas de un ser humano, que bien podrían ser iguales a las de alguna mascota o el resultado de una fogata cualquiera. Grises, volatiles y quizás con algún aroma.

Con la consistencia similar al polvo que vaciamos de alguna aspiradora.

Las cenizas del general es lo único físico que queda del que fuese para algunos el heroe y para otros el dictador.

Que bueno que están guardadas en un anfora dorada, donde su maligno y maloliente polvillo no puede escapar.

Que lástima que están guardadas en una capilla, al cuidado de sus parientes.

Porque lo único que queda del personaje será venerado por sus herederos y su influencia persistirá en el tiempo, haciendo que la historia lo juzgue indefinidamente.

Tuvo suerte el general, yace en un comodo envase sellado, a la sombra de las araucarias, sus compañeros serán los piñones y sus guardianes vestirán sotanas los fines de semana...

Los Boldos, se llama el fundo, cerca de Bucalemo...

Irremediablemente, los caminos del destino hacen que recuerde la sinuosa carretera que pasa frente a Los Boldos, camino a Navidad, muchas veces la recorrí en busca lugares de pesca de lenguados, cerca de la desembocadura del Rio Rapel.
Una vez mas la historia se entrecruza con las vivencias de uno mas de este país, como con las del profesor que siendo pariente lejano del general, estaba en el bando contrario y no fué invitado al funeral, o el del empleado publico que fué exonerado el 73" y fué obligado a emigrar en busca de trabajo para alimentar a este aprendiz de escribiente.
Está bien que las cenizas del general estén donde están.
Que bueno que no pueden escapar de su anfora dorada , significa que por fín su influencia, para unos y otros, comenzará a desvanecerse.
Los vientos del futuro harán el resto.-
(Nota: La foto muestra una casa de fundo en las cercanias de Coelemu en la VIII Región)

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