Diagnostico..(Pesadilla,,No un mal sueño)

El corre por el amplio lugar, semeja un gimnasio moderno, o quizás un Mall vacío, mucho vidrio, metales brillantes, escaleras mecánicas, escaleras, mucha amplitud , altura.. Pero vacío.. Parece ser de noche pero está iluminado, parece ser un lugar del primer mundo..
El corre y corre buscando una salida—
Las sombras lo persiguen en cada zancada de una luz proveniente a sus espaldas, mira las brillantes baldosas y se ve reflejado, gesticulante inquieto.
Por un momento se detiene a respirar, el aliento le falta necesita aire puro, la atmosfera está densa de vapores que provienen de su propio cuerpo, por momentos cierra los ojos una y otra vez, un grito resuena desde adentro sin sonido alguno, un grito desesperado que se siente como un quejido mientras la húmeda almohada la estruja con fuerza…
¡Amor, amor¡, exclama en la oscuridad mientras tiende la mano al interruptor de la mesita de luz, la oscuridad que desaparece le hace reflejarse en la mirada inquieta de la mujer desnuda a su costado, se cubre apenas con un trazo de la sabana, es verano y el ventanal está abierto, una sua

ve brisa mece los visillos, el balcón se siente fresco y las estrellas brillan cercanas reflejándose en la bahía..
Se incorpora y camina hacia el cercano baño, la llave fría, el agua fría que moja el rostro enrojecido, el corazón que palpita a mil, levanta la vista y se mira directo a los ojos.. “Fue una pesadilla¡”, piensa..
La mujer desnuda, de años indefinidos pero de cuerpo sinuoso y duro, de piel dorada por el sol o quizás su origen deja las tonalidades blanquecinas de las marcas de un diminuto bikini semi tapada con la sabana que pende de un costado, gira hacia la pared de la habitación y duerme. En algún momento antes de dormir pensó algo que su subconsciente no procesó y suspirando emite algo parecido a un ronquido.
Las frías cerámicas del baño y su desnudez, hacen que el hombre frente al espejo se estremezca, un escalofrío recorre su cuerpo..” Una maldita pesadilla¡, piensa..
Luego camina sobre la alfombra hasta el borde de la cama y se sienta tratando de ordenar sus pensamientos, pocas horas antes había conocido a la morena que ahora cruzaba la cama mostrando su desnudez interrumpida por un tatatuaje justo al fin de su espalda, ¡Que suerte haberte conocido mi negra!, reflexiona mientras su mano acaricia esa piel morena y suave, casi con ternura si no fuese por las rudas manos del personaje, un ligero movimiento de ella lo distrae y nuevamente las imágenes de la pesadilla lo tensionan..
Corre y corre por esos pasillos vacios, por los grandes espacios iluminados por esa luz sobrenatural, corre y corre.
Deben ser las tres y media, la luna ya cae en el horizonte de esa isla elegida para desconectarse del mundo, hace poco dejó atrás largos años de matrimonio, vendió sus pertenencias y acudió a esa agencia de Providencia, dato del amigo que conoció en las sesiones de terapia familiar hace poco. De algo sirvieron, pensó, mientras trata de recordar el nombre del “amigo”, compañero de pesares.. “El desgaste natural de las parejas, si no es enfrentado a tiempo, concluye en asumir la inevitable separación”, había sentenciado el terapeuta.. En su caso, a pesar del innegable cariño que sentía por su ex, la razón fue superior. Dio el paso..
“Lo siento, esto no va mas, sé que seré el “Malo de la película” pero ya no puedo mas”, le decía a su mujer en el banco de aquella plaza cercana, donde habitualmente concurrían cada vez que necesitaban hablar, la conversación en casa era la de siempre, que el trabajo, que los niños, que el auto, que el taco.. Nada trascendente, ambos estaban conscientes que lo mejor era pedir ayuda y comenzaron terapias en grupos, ella con sus amigas el, con desconocidos, uno de los cuales se convierte en el amigo que no recuerda su nombre..
La transpiración del apasionado encuentro con la morena mas el “Mal sueño” para no mencionar la pesadilla ya se han secado en su cuerpo y siente frio, se recuesta suavemente al lado de ese cuerpo que ha recorrido con sus manos durante horas, que conoce cada uno de sus detalles y que hicieron que como nunca su pasión floreciera de aquel cuerpo cincuentón como el de un adolescente, ahora siente frio, la oscura habitación del hotel frente al mar y el silencio del amanecer que se acerca , frio de horas y horas de sexo desenfrenado y esteril, no logran que el sueño natural lo venza, inventa , repasa variaciones eroticas ya olvidadas por los diagnosticos cada vez mas lapidariose de sus frecuentes idas donde su doctor de confianza. Ella ya duerme, gira hasta el velador donde un vaso semi lleno con una caipiriña ya sin hielo refresca esa garganta seca, el alcohol lo hace estremecer con un gesto, mueve la cabeza de lado a lado, hasta que el último sorbo resuena al descender por la seca garganta..
Enciende un cigarrillo, hace tiempo que lo dejó, pero en estas “vacaciones” sus viejos hábitos los dejó de lado, además la morena fumaba uno tras otro lo que era casi lo mismo que si fumara. Cuando ella ofrece se escucha decir “Ya gracias”, Cuando debió decir, no no fumo.. Pero trataba de agradarla, aunque intuía que se le acercó después de hablar con el mozo, que sin duda le dijo que yo estaba solo..”Mi maldita costumbre de contar todo”, pensó, mientras aspiraba una bocanada del humo del cigarro que casi llegaba a quemar sus dedos..
L a llegada al resort, había sido grata, flores, bailes y cocteles, todo bien mientras se dirigía a su habitación tras el mozo vestido de negro y lebrilla, su maleta con un par de mudas y trajes de baño, la cámara, el notebook,, Su equipaje..
Atrás quedaba el hijo en busca de trabajo, la hija estudiando su ex mujer tratando de asumir su nueva realidad y una estela de misterio por su repentina partida…
“No es una pesadilla, solo son malos sueños,” pensó, cuando apago el cigarro en el cenicero colmado.
El movimiento a su lado le hace abrir los ojos, cuando sentía que el sueño le vencía, la mano de ella se posa suavemente en su pecho y juguetea con sus bellos blanquecinos, pareciera que su pesadilla la despertó, “Esta mujer no se cansa” pensó, mientras correspondía la caricia, siente que su cuerpo revive y un estremecimiento lo recorre, ya el aliento se funde en un beso apasionado mientras los cuerpos se funden, los susurros ahora se hacen jadeos de placer, pronto la copula se hace frenética, giran sobre sus cuerpos y el la observa desde abajo, mientras ella, lo mira acariciando sus senos morenos. Adivina su mirada en cada movimiento, se muerde los labios para contener el orgasmo..
Amanece, uno al lado del otro, las piernas entrecruzadas, la mano de ella pende desde el borde, semi tapada, el con la mirada puesta en el cielo, los ojos muy abiertos..
“No fué una pesadilla, solo un mal sueño”,
Duerme, duerme placido hasta que el rayo de luz le incomoda en sus ojos y siente la puerta de la habitación al cerrarse, a su lado el espacio vacío.. Cierra los ojos , suspira y murmura “Adios morena sin nombre”, gira hacia la pared donde el reloj marca las 9,30.. “Dormiré otro poco, es temprano aún”, parece pensar mientras el sopor invade la habitación…
LESC , Mayo 2011

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