En busca del tiempo perdido...

Estos dias de Enero de 2008, aún no decantan los recuerdos del año que se nos fué, para algunos (me incluyo) un año pesimo, que golpeó con las partidas de algunos de nuestros seres queridos y amigos entrañables. Pero ya se fué y debemos dar vuelta la página, recordar lo bueno y hacer que el verano con su calidéz y descanso, nos lleve a obtener las metas para este año 2008.-

Esta pequeña reflexión fué guardada en borrador desde la última vez que me planté frente al teclado, justo antes del inicio de las vacaciones,

Vacaciones,

Vacaciones para los comunes mortales, las mías solo figuran en algún sueño, de esos que la resaca provoca los medios días del día Domingo...

Ahora ya avanzado Febrero, después de mi cumpleaños y lleno de recuerdos de los meses pasados, con una cantidad enorme de fotos y imagenes de personas y lugares, con una visión diferente del acontecer cotidiano y del quehacer intelectual y político del país.. Y sobre todo, con el recuerdo de los ceviches (b) de lenguado y los asados compartidos con familia y amigos...

Reinicio el 2008, bienvenidos a este blog.-


Comentarios

Unknown dijo…
con el nacimiento de febrero en el planeta, y bajo el amparo de las confabulaciones cósmicas del 2008, que decido, dejar momentáneamente el embrujo del sur, y partir al descubrimiento del mágico norte de mi patria, es bajo esta premisa que se produce mi eterno encuentro con los vilos, y es aquí donde me encuentro con el pescador y poeta, ( mi primer amigo, mi hermano poeta, y maestro en los acontecimientos de la vida ), y es al calor de lo cotidiano, que descubro, lo ancestral que es nuestra amistad, a partir de hoy el norte ya tienes nombre y rostro, un abrazo fuerte de tu hermano poeta desde el desierto de cemento
Emocionado y contento, he terminado de leér tú comentario, Juan Carlos, de verdad tienes un hermano poeta en este norte cósmico y verdadero...Cada vez que mires las estrellas bajo la urbe de cemento, una extraña y mágica conexión se gatillara en tus recuerdos... Gracias por habér estado en estos territorios desconocidos y gracias por ser nuestro amigo.
Con cariño, de Luis (Y Rossana, mi compañera de siempre)

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